sábado, 28 de noviembre de 2009

YO CO-CREO MI REALIZACION HUMANA


Oración de Kryon
Canalizada por Mario Liani

Yo co-creo mi sanación física y decreto el despertar de mi memoria celular.

En virtud de ello, de manera adecuada y sagrada me dirijo ahora a ti, querido cuerpo:
Estamos juntos en esta vida y juntos nos sanamos a nosotros mismos. Juntos tenemos el poder de inmunizarnos de cualquier proceso que pueda deteriorar la salud de nuestro sistema físico.
Juntos nos regeneramos, juntos nos rejuvenecemos
y juntos tenemos el poder de retardar la liberación de la química hormonal que envejece, pues juntos desactivamos por tiempo indeterminado el envejecimiento de nuestras células, tejidos, órganos y funciones.

Y reconectamos en nuestro ser, en forma armónica y equilibrada, los 12 códigos del ADN, para alcanzar los 12 niveles superiores de conocimiento espiritual, emocional, físico y mental.
Asimismo, juntos ahora activamos el crecimiento y funcionamiento de nuestra glándula pineal, para sentir las frecuencias más altas de pensamiento que proporciona el conocimiento y para poner en marcha el proceso de ascensión
que está grabado en nuestro ADN.

Ahora, cada célula de nosotros lo sabe, proclama su intención y actúa en consecuencia, manteniendo niveles óptimos de constante buena salud y rejuvenecimiento físico, mental, emocional y espiritual de nuestros sistemas.
Yo creo a mi mundo, soy libre del espacio y del tiempo y soy parte de todo lo que es.
Yo honro esta Tierra, honro mi propia existencia, vivo en el ahora y acepto mi realidad presente.
Acepto lo que tengo, acepto lo que soy y acepto ser, pues yo sé que la gratitud por el momento presente y por la plenitud de la vida Ahora,
es la verdadera prosperidad que continuamente se me manifiesta de muchas formas.
Asimismo, yo estoy en contacto permanente con todos los niveles de mi Yo multidimensional que disfrutan de total prosperidad material,
la cual se manifiesta totalmente en el nivel multidimensional donde se encuentra esta parte expandida de mi aquí, ahora, en el plano Tierra.

Yo merezco estar aquí ahora y soy merecedor de muchas cosas buenas.
Por tanto, me abro y comprendo que merezco disponer de plena abundancia para suplir todos mis deseos y necesidades.
Y comprendo que el Espíritu está aquí para darme amor, paz, equilibrio, salud y prosperidad
Solamente las cosas buenas se adhieren a mí, pues yo soy una pieza de la Totalidad y soy perfecto ante la vista del Espíritu.
Ninguna palabra humana puede cambiar el Yo Soy, pues Yo Soy el Que Soy y merezco estar ahora en este hermoso lugar llamado Tierra.

Yo Soy el Que Soy.
Yo Soy Todo lo Que Soy.
Por tanto, convoco a todos los maestros ascendidos y a todos los seres de luz que estén involucrados con los conocimientos que deba recibir, a que me transmitan la totalidad de dichos conocimientos en los niveles adecuados y me indiquen cómo proceder para su interpretación, aplicación y divulgación, para así honrar y co-crear armoniosamente el matrimonio total con el contrato de aprendizaje que yo mismo he suscrito con el Espíritu.

En nombre del Espíritu, yo co-creo que enfrento el cambio sin temor y sin participar en ninguna situación apocalíptica colectiva.
En nombre del Espíritu, yo co-creo las cualidades del perdón y la compasión incondicional, el amor inter e intrapersonal y la perfecta salud física, mental y espiritual.

En nombre del Espíritu, yo co-creo la obtención del conocimiento
de esta nueva energía, con todos sus alcances, con todas sus herramientas y en el más puro amor, para utilizarlo para mi propio bien, mi sabiduría, mi maestría y para la guía y el bien de toda la humanidad.

En nombre del Espíritu, yo co-creo la más alta energía espiritual creadora de todo tipo de recursos intelectuales, espirituales y materiales. Para divulgar correctamente, apropiadamente y con desapego todos los conocimientos que se me indiquen y para obtener sin esfuerzo todos los recursos financieros que sean necesarios para realizar correcta y apropiadamente mi misión. Para vivir holgadamente, con calidad de vida, y para compartir con otros mi prosperidad material.

Las cosas posiblemente nunca sean aquello que parezcan.
Por tanto, yo como el ser multidimensional que soy, en esta hora y en este momento, pido ser envuelto en la luz blanca dorada de la Creación, para trabajar integralmente con la Divina Presencia por encima de mis probables creencias o limitaciones, para estar permanentemente conectado con alta percepción y adecuada expresión, para actuar siempre de acuerdo al Plan Divino de la Luz, honrando al Espíritu y a los designios superiores del Plan Maestro de Todo lo Que Es.

Yo libero completamente y con total confianza el resultado de esta afirmación, lo coloco en las manos del Espíritu, de mi yo multidimensional y me desapego del proceso
Así es.

sábado, 7 de noviembre de 2009

EL VALOR DE SONREÍR POR TODO



Cuando sorprendido supe que el matrimonio que sentaron a mi lado, tenía ¡57 años de vida como tal!, obtuve enriquecedoras lecciones.

Estábamos los comensales invitados a una boda, en espacioso jardín con vista a un apacible mar iluminado por la Luna y elegantes quinqués.

Pero mi asombro primero fue que la pareja venía de bailar unas cuantas rocanrroleadas una vez que los nuevos consortes iniciaron el tradicional baile nupcial. El hombre tenía 85 años y su mujer 82. Parecían estar en un concurso de baile.

Al verlos de cerca, ninguna muestra de cansancio advertí en sus rostros. ¿Y por qué tenerla? –me increpó la mujer adornada de finas canas y con un semblante fresco, adivinando mi pensamiento- ¿Acaso por ser personas mayores, hemos de cansarnos con cualquier ritmo acelerado?

Nuestra conversación entonces tomó a partir de ahí un tono humorístico que llamaba la atención de los asistentes, pues las carcajadas tanto del esposo como su cónyuge, parecían las de un par de jóvenes desenfrenados.

Pregunté en un momento de la amena charla con ambos, la razón de esa vitalidad contagiante. Y la mujer, aprobada por su marido, expresó:
“Hace tiempo, cuando vimos que se nos venía la vejez, nos propusimos sonreírle a la vida por todo. Ver en cada problema, lo cómico. En cada enfermedad, convertíamos el mal en un aprendizaje divertido. Así vivimos ahora más sanos y felices”.

Aquí radica por tanto el secreto de una vida dichosa: practicando siempre el valor de la sonrisa, del buen humor. ¡Una actitud mental positiva!, en una palabra.


Tales aplicaciones fueron parte incluso de mi salvación de cáncer pancreático –he de confesar, desde el momento en que hasta al personal médico contagié durante mi internación en el Hospital Militar de la Ciudad de México- así como ayudó a la pareja descrita a vivir con calidad y ejemplo su senectud.
Luis Ramírez Reyes