martes, 18 de agosto de 2009

EL VALOR DE SER, EFICAZ SOLUCION A NUESTROS PROBLEMAS



Cuando remarco que El Valor de Ser es la solución a todos nuestros problemas, es porque me he basado en el hecho de que, al margen de significar autovaloración y aliento a ser entes recios que enfrenten toda adversidad mediante el ejercicio de su valía, todos somos, aunque suene exagerado, seres perfectos.
Tal afirmación por el simple hecho de que provenimos de la Fuente Superior de Energía del Universo (Dios, Mahoma…como respetuosamente el lector guste denominar). Por tanto, nacemos con todo el potencial para ser ¡excelentes personas!

A este respecto, el doctor Wayne W. Dyer, en su magistral obra “El Poder de la Intención” afirma: “No surgimos de una partícula material, como nos han hecho creer. Nuestra concepción en el momento de la unión de nuestros padres, no fue nuestro comienzo. O sea que no tuvimos comienzo. Y esa partícula emano del campo de la Energía Universal., como todas las partículas”.

Y agrega a tan reflexivo enunciado, que “Somos una pieza de esa mente universal de la Creación, de ahí que debemos ver a Dios en nuestro interior y considerarnos una creación divina. Así que ¡somos parte de Dios! Dios y tú, y yo, somos lo mismo. Por consiguiente, debemos proceder de acuerdo a sus leyes.

Interesante también traer a colación otra declaración digna de análisis que hace el periodista Michael Berg en la traducción del Zóhar (sin duda alguna la obra más famosa del pensamiento mí­stico universal, y de la Cábala en particular). “Fuimos diseñados para ser uno con el Creador, y hechos para poseer un caudal infinito de salud, alegría y vida”

Pero no nos precipitemos. Vayamos por partes.

¿Dónde estamos?

Empecemos por reubicarnos como indico en mi libro “El Valor de Ser Yo” al preguntarme quién soy y qué hago en este espacio tridimensional de la Tierra.
La respuesta –en este caso un tanto distinta de la filosófica planteada en la obra, pero que merece analizarse- está realizando un recorrido por el mundo que vivimos. Cada vez más cerca de colapsarse ante dos tipos de feroces e implacables ataques aparentemente imparables.

Se trata de la desviación polar provocada en buena parte por la polución, contaminación, sobrepoblación y tala inmoderada de sus pulmones boscosos, como constante amenaza de una hecatombe nuclear. Esto ha llevado a un cada vez más acentuado calentamiento global y cambio climático, de lo que ya empezamos a ser víctimas.

El otro aguijón que coadyuva a su agonía, es la degradación de los valores morales.
El ser humano pierde paso a paso su dignidad como habitante de este bello planeta, para dejarse llevar por la corriente desbordante de la corrupción, inmoralidad, drogadicción, muerte; pasiones sin límite.

Todo en sí, crea un panorama mundialmente tan desolador, que los científicos ya manifiestamente preocupados por el fenecimiento de la humanidad en medio del caos polar, climático y geofísico, han lanzado una nada utópica solución.

Tal es el caso del ingeniero Gregg Braden, una de las personas más reconocidas que están evaluando y revelando los fenómenos que indican dicho cambio.

En una entrevista, luego de explicar con detalle los aparentemente indestructibles y dramáticos cambios climáticos, físicos y geológicos del mundo, y que la única forma de salir ilesos de ellos como especie de este desorden global físico-moral, es enderezando la conducta humana, declaró:
“Si queremos ver paz, tolerancia, entendimiento, compasión y perdón a nivel global, debemos convertirnos en eso...Siendo honestos, dignos de confianza, considerados, cariñosos y compasivos, viviendo bien cada día, estamos preparados para cualquier cosa que pueda venir en cualquier momento de nuestro futuro”.

Solución


No estamos entonces, condenados inexorablemente a perecer en el acentuado y vibrante caos.
No cuando existe una fácil manera de salvarnos: el uso de nuestra mente y aplicación de nuestros valores, que es en lo que se resumiría la concepción de sobre vivencia del referido Ing. Braden, tras considerar que el cambio del magnetismo terrestre afecta psique y cuerpo humano.
El manejo ordenado por tanto de la conducta humana, ha de permitir al sujeto afrontar victorioso los cambios dramáticos que vive, del tipo que sea.

Tal cometido es el que se ha echado a cuestas quien esto escribe una vez que concibió en su mente la necesidad del valor de ser.

En su calidad de periodista y escritor de varias obras (de otra naturaleza) y, con la responsabilidad de cumplir con el compromiso de responder a la opinión pública de haber sido el primer escritor en su línea, invitado a formar –su producción literaria- parte de la Nueva Biblioteca de Alejandría en Egipto, para luz de las nuevas generaciones, lanzó a principios de este siglo su libro intitulado “El Valor de Ser Yo” que más adelante, con programas de radio y revistas, se ha empezado a derivar en algo más que eso: en una cruzada mundial; empezando por sí mismo primero, luego por su entorno y finalmente, a cubrir el orbe.

Concepto


Bautizada y registrada en derechos autorales como “Cruzada de El Valor de Ser” está diseñada para estimular y enaltecer los tesoros morales que guarda en su interior la persona.
Ello con el propósito de una vez conocidos, instar a su práctica logrando de esta manera reforzar su identidad para convertirse en un individuo más útil y productivo para su bien, el de la familia y finalmente, en el de su país; comenzando por su mundo habitable: colonia, municipio y finalmente, entidad federativa.

Por lo anterior, me afianzo en el concepto “El Valor de Ser” que invita siempre a hurgar en lo más profundo de nuestro ser en busca de nuestros valores. ¿Cuáles? Pues muchos, muchos. Entre ellos destacan básicos para el buen funcionamiento tanto de nuestro cuerpo como de nuestra mente. Entre ellos figura hacer nuestro el valor del perdón, la tolerancia y la comprensión, fundamentos del amor universal –no el mezquino, interesado que únicamente busca satisfacer propias necesidades aun en detrimento de nuestro semejante. También la práctica de la paciencia, la amabilidad, la cooperación, gratitud, confianza, responsabilidad, etcétera, etcétera.

México tiene todo


Una de mis más ricas experiencias en esta materia, ha sido la que me brindó la revista “El Valor del Secreto”, una publicación mensual que salió a la luz pública, por parte de Mina Editores y bellamente vestida por Sandra Sánchez Romero, licenciada en Diseño Gráfico.

En el tiempo (no más de un año por no haberse escapado de la crisis financiera mundial) que estuvo en circulación y a mi cargo como director editorial, comprobé perfectamente que mi país, México, posee verdaderos valores en la mayoría de sus habitantes.

Me di a la tarea muchas veces de subirme a un transporte público y platicar con sus conductores, al igual que a un taxi con sus operadores. Y como a mecánicos, plomeros, maestros de la construcción, barrenderos y demás, les hablaba de la publicación y lo que es quererse y amar a los demás, ser honrado, cordial, amable y tolerante, encontrando no sólo la aceptación y plática amena, sino en muchos de ellos la confesión de ejemplares hazañas, milagros realizados con la fe, la oración y el amor a los suyos, para salvar algún familiar. Y como este caso, muchos más.

Es una lástima que de acuerdo con la dualidad que nos caracteriza, el medio, las circunstancias, las costumbres y demás, nos lleven a sepultar lo más hermoso de nuestro humanismo y actuar en contra de las leyes morales y cívicas, preferentemente. De ahí la necesidad de estimular el uso de cada joya que escondemos, viviendo al fin en completa armonía.
Luis Ramírez Reyes
elvalordeser@yahoo.com,mx

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