martes, 25 de mayo de 2010

EL DESEO, LA ENERGÍA MÁS PODEROSA



Está de sobra comprobado que el deseo es la energía más poderosa. De hecho, en cierta forma el primer acto de Dios al crear el Universo, y en nuestro caso el planeta, fue la de desear se hiciera el cosmos, el planeta, la luz, el agua, la fauna, la flora…

El diccionario Larousse define el deseo como “movimiento del alma que aspira a la posesión de alguna cosa, lograr lo que se apetece con vehemencia”.

En su obra “El secreto egipcio de Napoleón” Javier Sierra, sobre la preparación del Corso para pasar una noche en solitario, en la cámara principal de la Gran Pirámide de Egipto, “Nadia”, sabia mujer de los sufis (mahometanos persas de una doctrina religiosa) le indica que “Todo cuanto nos rodea es energía. Pero ninguna tan poderosa como la que genera el deseo".

Y es que dominar el instinto y manipularlo convenientemente, puede hacer hasta que nuestro cuerpo se regenere, que el pelo cano se oscurezca o que las fuerzas regresen a donde se habían perdido.

Invocación, más energía
Calificado el milagro como un acontecimiento extraordinario, engloba la acción de la oración y el deseo humano con una potencialidad sin límites debido a su incuestionable origen divino.

Para comprobar y entender este enunciado, partamos de la premisa de que nuestro cuerpo está compuesto de ondas electromagnéticas resonantes. De ahí que cada uno de nosotros es un sistema vibratorio. (Dr. John F. Demartini)

Entre los muchos actos que realiza el cerebro figura el deseo, cuyo valor es altamente reconocido por científicos y estudiosos como practicantes de las diversas religiones del mundo.
Al desear algo estamos invocando posibilidades para nuestra vida y la de los demás. Cuando deseamos algo, creamos una conciencia que intuitivamente nos lo puede atraer o puede llevarnos hasta ello. (Richard Hill)

Oración igual a salud
El deseo tiene por tanto, repercusión constante en algo que a todos atañe: la salud. Envuelto en la oración y expresiones esperanzadoras de que un familiar o amigo querido se salve de un agudo mal, diariamente se demuestra su efecto benéfico.

Basta asomarse a un hospital para conocer que muchos de los pacientes con daño mayor o menor, han salido avante gracias a la o cadenas de oración que se han creado previamente, en torno al enfermo; incluyendo como decía, toda simple manifestación sincera de alivio.

Salvado de tumor canceroso
Tal fue mi caso que explico en pocas palabras, y que nunca dejaré de proclamar. En agosto de 2004 se me descubrió una masa tumoral pancreática reflejada en tomografía y reafirmada con mayor precisión y lugar, en resonancia magnética nuclear del páncreas. Pues gracias a las numerosas cadenas de oración y miles de buenos deseos de parientes y amigos que pasaron varios días acongojados, se hizo el milagro. El agresivo tumor a todas luces maligno se desvaneció ¿cuándo y cómo? no se sabe ni se sabrá. El caso es que para sorpresa de los expertos cirujanos apoyados por prestigiado oncólogo no se encontró nada en la intervención quirúrgica programada ex profeso. Y estoy vivo.

La ley de la Atracción
La fuerza poderosa del deseo también se aplica en la Ley de la Atracción. Está en ella cuando queremos lo más aparentemente inalcanzable: ser ricos, famosos, felices, llenos de salud y vigor. El deseo por consiguiente, va ligado íntimamente primero al pensamiento, luego al deseo. Y así se atrae, con esa además fuerza de voluntad en la visualización y vehemencia, cuanto se aspira.

Prueba hacerlo. Desde tiempos inmemoriales, los sabios lo han comprobado guardándolo como un secreto que hoy es una revelación pública mundial.
Luis Ramírez Reyes
Fuentes:
La Experiencia Descubrimiento. Ediciones Urano
Elige la Esperanza. Editorial Diana
El secreto egipcio de Napoleón. (La Esfera de los Libros, SL.)

martes, 18 de mayo de 2010

Los cuentos de Kapizan

VIENTOS DEL ESTE
Cuentos, encuentros con almas gemelas
Jamaica, año 1646 D.C.


Las velas del bergantín se hinchan, las olas se encrespan presurosas, se deslizan, se adormecen y de sus crestas brotan, alentadas por los vientos del este, danzantes figuras de inteligentes delfines.
En el negro azuloso de los cielos callados, dos gaviotas amorosas retozan, suspendidas en el tiempo, al suave influjo de los vientos del este y cuatro nubes se escurren silenciosas con su soplo. La luna, Selene, la hermosa diosa de las sombras, aumenta con su luz la grácil silueta del bergantín.

La inmensidad azul oscura comulga con la vida y se siente de Dios la sinfonía de este mundo finito e infinito que habitamos. Todo es paz, todo es amor y todo es calma… sentimientos que gobiernan la mente, el corazón y el alma del viejo capitán, hombre sereno que eleva a Dios sus alabanzas por el simple hecho de permitirle disfrutar sus añoranzas.

El humo de su curva pipa asciende hasta hacerse invisible en las alturas; su mirada se pierde en lontananza. El navío suave y veloz sobre la mar avanza, impulsado por los vientos del este, que en la insondable soledad alegremente anuncian el nacer de un nuevo día, pleno de amor, de fe y de esperanza.

El gallo cantó por primera vez. Diana abrió los ojos, se irguió en la cama apoyándose en los codos y enfocó su mirada a través de los cristales de su ventana, hacia el mar que amaba, el mismo que era depositario de los cuerpos de su esposo y su hijo que habían perecido once años atrás en una naufragio.
Como todos los días, dio gracias a Dios por mantenerla viva y musitó una oración por sus difuntos.

Se levantó lentamente, calzó las sandalias y salió a la playa a observar la majestuosa salida del sol sobre la línea del horizonte. Cuarenta y cinco años de vida a la orilla del mar Caribe, le proporcionaban la capacidad suficiente para detectar la dirección del viento: soplaban vientos del este. Caminó lentamente por la playa hasta llegar al tronco en donde diariamente depositaba sus sandalias para avanzar de cara al mar y sentir el lamido de las olas que morían en sus tobillos para retroceder y regresar en espumosa caricia que le proporcionaba un placer indescriptible.

Días antes había tenido un sueño que se repetía cada tres o cuatro noches con una frecuencia y una intensidad cuyo significado no entendía. Soñaba que a su playa llegaba un bergantín, que anclaba a media legua de la orilla y por su borda descendían en un bote de remos doce hombres encabezados por un viejo capitán, que siempre hablaba por entre el humo de una pipa curva y transmitía en su mirada azul una inmensa capacidad de amor, de comprensión y de ternura.
Diana ya amaba la imagen del viejo capitán de barba blanca, de enérgicos y pausados movimientos, de gran seguridad y de mirada dulce.

Dos semanas antes había consultado con Ana, la vidente del pueblo, quien después de verificar los mensajes de los cuatro elementos había dicho: “Todavía no es un hecho, pero lo será. El marino de tus sueños es tu alma gemela. Espéralo porque vendrá y será tu complemento.

El sol antes de mostrarse anunció su llegada tiñendo el cielo con tonalidades entre amarillo, naranja y violeta. El azul del mar reforzó la intensidad de su color con las primeras luces del alba. Diana levantó la vista y su corazón saltó de emoción. A lo lejos galopando suavemente sobre las ondas, se deslizaba hacia su playa un bergantín.

Tranquilizó su mente, serenó sus sentimientos y esperó pacientemente.
Dos horas después, observó que el navío se detenía mecido por las olas a doscientos metros de la orilla y se emocionó al observar que una chalupa se desprendía de la nave madre, con el viejo capitán de sus sueños encabezando un puñado de hombres que comenzaron a remar rítmicamente hacia la orilla.

Diana se mantuvo inmóvil y serena esperando el arribo del bote, hasta que la embarcación se detuvo en la arena a tres metros de ella. En movimiento demasiado ágil para sus sesenta años el capitán saltó a tierra y se dirigió a Diana con los brazos abiertos, una mirada limpia, una amplia sonrisa y le dijo:

― No sé quién eres pero tú eres. Aquí termina mi travesía, he sufrido, he amado, he vivido y tú simbolizas el amor que siempre he buscado. Contigo me quedo, pues una fuerza superior a mí me lo indica. Se aproximó a ella tomó su rostro entre las manos y la besó tiernamente en los labios.

lunes, 17 de mayo de 2010

DE MIS ARCHIVOS: HITOS EN LA HISTORIA OVNI MUNDIAL


VON BRAUN, EL HOMBRE QUE IBA A LAS ESTRELLAS

Un célebre personaje que como Carl Sagan escribió una página de oro en la historia de la Conquista Espacial, es Wernher Von Braun, “el creador de los cohetes espaciales”. Tal hecho después de haber sido “el padre de las bombas V-2”, primer proyectil aéreo (o misil) construido para acabar con Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial.

En mi primera obra “Alerta OVNI” (EDAMEX 1991) escribí que el científico y genio alemán, a quien en lo personal siempre admiré y traté de emular, llegó a hacer sus memorias intituladas “Mi meta las estrellas”.

En ellas plasmaba su deseo de algún día alcanzar los astros, a la par que externaba su actitud perenne de ver el cielo subyugado siempre por éste; ejercicio subconsciente que hacía desde muy joven.

Y logró realizar su sueño al diseñar el cohete Saturno que llevaría al primer hombre a la Luna.

El más audaz de los científicos espaciales
Ahora bien, ¿quién era este famoso alemán? Al fijar siempre su vista en el Universo trazándose el propósito de alcanzar sus astros, ¿no supondría que un mundo de éstos fuera a contener vida inteligente?

Al menos quien esto escribe así lo consideró cuando supo de él y adentrándose en su vida, captó el mensaje velado: mundos estelares habitados.


Esto tuvo lugar en la época de estudiante de Bachillerato de Ingeniería (Universidad de Chihuahua). Etapa en la que ya iniciada la Carrera Espacial, llegué a entrar en la moda de crear cohetes o rockets que emularan en su más pequeña concepción, a los creados por la NASA en busca de la conquista espacial.


Pero volvamos a nuestro personaje y leamos algo su brillante biografía.


Wernher Magnus Maximilian Freiherr von Braun nació en Wirsitz, entonces Alemania, hoy Polonia, el 23 de marzo de 1912. Murió en Alexandria, Virginia, Estados Unidos el 16 de junio de 1977.


Con el correr del tiempo, y tras la Segunda Guerra Mundial cuando fue llevado de Pennemünde a USA, como ingeniero aeroespacial alemán fue nacionalizado estadounidense de la NASA para convertirse en creador del descomunal cohete Saturno V que habría de llevar, como indiqué líneas arriba, al hombre a la Luna.


En el tiempo que vivió y trabajo en su país, por su interés por los cohetes se unió a un grupo de investigadores liderados por H. Oberth quienes encuadrados en la Sociedad Alemana para el Fomento de la Astronáutica, estudiaban las aplicaciones de la propulsión de reacción.


A la edad de 18 años Wernher ya se ejercitaba en la cohetería.

Corría el año de 1930 cuando se acercó y trabajó con grandes maestros, como el doctor Hermann Oberth. El científico fue autor de los primeros experimentos balísticos y quien inició al jovencito en la construcción de los primeros proyectiles aéreos llamados A-3 y A-4, antecesores de los cohetes de largo alcance que Hitler ordenó utilizar como armas contra los ingleses: las temibles V-2.


Más adelante los Estados Unidos, apoyando a von Braun una vez que lo rescató de Peenemünde (sitio de pruebas de las poderosas V-2 en Alemania) convirtió estos cohetes en misiles que después lanzarían sondas y vehículos tripulados al espacio exterior.

Cabe indicar que antes de llegar a ser lo que fue: el más audaz de los científicos espaciales, WVB tuvo una entregada vida de estudio y trabajo.


Nuestros astronautas irán a la Luna
Al hablar del terreno de la conquista espacial, merece reproducirse aquella declaración que el sabio hizo poco antes de la hazaña orbital de la Apolo VIII:


“Nunca he pensado en lanzar a nuestros hombres en una aventura de exploración, que exija peligros ciertos, y arriesgar la vida en un viaje del que sólo la ida fuera garantizada... pero no el regreso.


"No negaré que estoy impaciente, ansioso, por recibir el primer informe de un testigo visual, que regrese después de haberse posado suavemente sobre la corteza lunar. Pero sería contrario a mis concepciones cristianas y a mis principios éticos el sacrificio innecesario de vidas humanas por el anhelo de acelerar nuestro programa científico.


"En todo caso, y tal como lo aseguré en 1960, nuestros astronautas irán a la Luna, con todas las garantías de retorno en buenas condiciones de salud, dentro de un periodo anterior a 1970”.

Von Braun habló así en 1965 ante la prensa francesa y aseguró que en 1969 el hombre pisaría la Luna. Y la profecía se cumplió, como se sabe.

Interesante igualmente lo que el visionario ingeniero añadió aquella ocasión:


“Esta carrera hacia nuestro satélite, no debe mirarse como una prueba olímpica. Se trata de un logro científico que honra al hombre; a todos los hombres; al género humano. Ello no estorba que todos deseemos que esos primeros hombres que cumplan la hazaña, sean los nuestros”.

Y concluyó con estas palabras: “Va a darse un paso inmenso en el conocimiento físico y astronómico. Podemos decir que se ha aprendido más en medio siglo que en toda la historia del mundo. Pero también es cierto que nada hubiera sido posible sin el talento, el esfuerzo, el trabajo y la paciencia, de todos los que nos precedieron, desde siglos remotos”.


Palabras, repito, expresadas en el año 1965, a cuatro de arribar el primer representante de la Tierra, a la Luna.
Luis Ramírez Reyes

sábado, 8 de mayo de 2010

De mi libro "¡Alerta! Extraterrestres Aquí


ET´s atrapados en Sudáfrica


El pasado 7 de mayo su cumplieron 21 años de un trascendental incidente ovni-alienígena que extrañamente no tuvo gran repecursión en México. Se conoció por este periodista favorecido por científico inglés.

La historia, como relato en uno de mis trabajos literarios, es la siguiente.


En 1990, tras haber tenido el alto honor de figurar en el directorio internacional Quién es quién en la ovnilogía, (edición de 1989) recibí un importante documento del doctor en física Henry Azadehel, de Nottingham, Inglaterra.


En él habla del entonces reciente suceso escenificado en el centro del desierto de Kalahari, Sudáfrica Dicho tratado refiere el haber hecho caer un objeto volador no identificado que resultó tener dos tripulantes a bordo.


Eran las 13:45 horas GMT del 7 de mayo de 1989, cuando la fragata White Swan reportó a Cape Town haber registrado en su radar un objeto volador no identificado que se dirigía al continente africano a una velocidad estimada en 5,746 millas náuticas por hora, hecho que corroboró el cuartel central de la Fuerza Naval por haber sido detectado también por los radares militares del aeropuerto civil.


A las 13:52 el objeto penetró el espacio aéreo de Sudáfrica. En ese momento hubo intento de comunicación con el mismo, el cual resultó inútil. Como resultado de esto, se dio la orden de salir tras el aparato a dos aviones caza Mirage que el OVNI eludió cambiando su curso y velocidad. Siete minutos después, el capitán del escuadrón, Leader Jones, reportó tenerlo nuevamente tanto en su radar como visualmente, y ante esto recibió la orden de disparar sus cañones experimentales de rayos láser Thor 2.


Poco des­pués informó que la extraña nave había comenzado a emitir varios flashazos cegadores mientras avanzaba ondulando hacia el norte. Y tres minutos más tarde comunicó que el objeto empezaba a perder altura y velocidad para enseguida reportar que se acababa de impactar en la parte central del desierto de Kalahari.


Características
En ese momento el piloto recibió instrucciones de volar en círculo en torno al área mientras equipo de la Fuerza Aérea de Inteligencia, en combinación con médicos y técni­cos, llegaban al lugar.


Una vez ahí se toparon conque el cosmoaparato había hecho un cráter al caer, de 150 metros de diámetro y doce de profundidad.


Era un disco ovoide color plateado que se encontraba incrustado e inclinado a 45°. A su alrededor, tierra y rocas se hallaban fundidas por el intenso calor que provocó el colapso. Había intenso magnetismo como radiactividad en el área.

En poco tiempo la nave fue trasladada a una base de la Fuerza Aérea para ser sometida a estudio. Y la zona del impacto fue llenada de tierra y cascajo para cubrir toda evidencia de la caída del OVNI.

Así, al cabo de investigaciones preliminares se obtu­vo el resultado siguiente:


TIPO DE LA NAVE: supuestamente extraterrestre.
ORIGEN: desconocido; supuestamente extraterrestre.
MARCAS IDENTIFICABLES: ninguna; curiosa insignia grabada en un lado del navío.
DIMENSIONES:
Largo: 18 metros aproximadamente. Altura: 8 metros aproximadamente. Peso: 50 toneladas.
MATERIAL DE CONSTRUCCIÓN: desconocido.
FUERZA DE PROPULSIÓN: desconocida; pendiente re­sultados de laboratorio como en el caso anterior.


Y aquí viene los más sorprendente.

Antes es menester explicar que en el peritaje se determinó que el cañón de rayos láser Thor 2 pudo haber afectado el funcionamiento del platillo, lo que lo forzó a descender.


Así, mientras se encontraba el equipo entregado a la revisión de la máquina celeste, el personal comenzó a escuchar un fuerte zumbido que lastimó sus oídos. Advirtió entonces que provenía de una disimulada puerta en la parte baja de la nave que trataba de abrirse pero encontraba dificultad, por lo que se requirió equipo hidráulico para hacer presión y abrirla.


¿Agresivos tripulantes?
En breve aparecieron dos humanoides enfundados en una especie de trajes color gris que al momento fueron tomados para un examen médico, al igual que varios objetos que se encontraban dentro, los que se llevaron a laboratorio.


La nave, por su parte, fue conducida a un lugar totalmente esterilizado.
Más tarde se emitió un reporte médico de los seres con los siguientes datos:

ORIGEN: desconocido; supuestamente extraterrestre.
ESTATURA: de 1.20 a 1.35 metros.
COMPLEXIÓN: azul grisácea; textura de la piel lisa, extremadamente elástica.
CABELLO: totalmente carente de él en todo el cuerpo.
CABEZA: muy grande en relación con la proporción humana y cráneo alargado con marcas azul oscuras.
CARA: mejillas de huesos prominentes.
OJOS: alargados hacia un lado de la cara y sin pupilas.
NARIZ: pequeña y consistente en dos orificios.
BOCA: pequeña y carente de labios.
QUIJADA: pequeña en relación a las proporciones hu­manas.
OREJAS: ninguna.
CUELLO: muy delgado en relación a las proporciones humanas.
BRAZOS: muy delgados y largos alcanzando las rodillas.
MANOS: consistentes en tres dígitos unidos, con garras.
TORSO: pecho y abdomen cubierto con escamas.
CADERAS: estrechas y pequeñas.
PIERNAS: cortas y delgadas.
GENITALES: ningún órgano sexual exterior.
PIES: consistentes en tres dedos sin uñas y unidos por una membrana, como los de las manos.


Bien, al cabo de este reporte los investigadores Dodd y Azadehel informaron que, cuando se quiso tomar muestras de la sangre, como dar alimento a los alienígenas, éstos atacaron a los médicos, por lo que hubo que solicitar refuer­zos y llamar después a la Base de la Fuerza Aérea en Wright Patterson, del ubicada en el estado americano de Ohio, para llevarse nave y ambos tripulantes con el objeto de someter­los a investigaciones y estudios más profundos.

He aquí lo acontecido en Sudáfrica. Un hecho conservado bajo el rubro de Top Secret, obtenido gracias a la audacia de los ufólogos ingleses que convencieron a una fuente muy importante del equipo, la cual les permitió el acceso a la información celosamente guardada por los gobiernos tanto de Sudáfrica como de Estados Unidos.


¿Qué hay actualmente de esto? ¿Se conservarán aún vehículo y EBEs? A la fecha no tengo noticia alguna. ¿Y usted?...

Luis Ramírez Reyes


martes, 4 de mayo de 2010

TODO ES ILUSIÓN. ¿CUÁNDO REALIDAD?



Vivimos tiempos de ilusiones sobre falsas promesas. Pero los sobrellevamos parafraseando a Manzanero: "¿Qué importa vivir de ilusiones si así soy feliz?"

Efectivamente, la aceleración del tiempo, como científicamente está comprobado, cambio climático del planeta y calentamiento del mismo; aumento en la degradación de los valores morales y por ende, la corrupción, secuestros, las drogas, violaciones y todo ese complejo de maldad que nos azota, nos hace caer ya en una abulia, en un desinterés por ser mejores.

Así veníamos cargando con productivos principios morales, antes de la tormenta de cambios negativos tanto en la composición físico-químico del mundo, como de la moral, reflejada en la activación de una conducta desviada e indiferente hacia la desgracia de nuestros hermanos terrestres.

Hoy vivimos por lo regular (y salvo ejemplares excepciones) en la irrealidad. Construimos castillos en el aire en mayor cantidad que tiempo atrás.
Nuestros ladrillos, tabiques, cimientos, pilares, columnas de concreto y demás, se han convertido en un vertedero de ilusiones provocadas por falsas promesas.

Y si bien es valedera aquella frase "¿Qué importa vivir de ilusiones si así soy feliz?", la cual traigo a colación de esa bella composición -letra y música- de mi entrañable amigo Armando Manzanero: "Voy a apagar la luz", no deja de ser triste el analizar que con ello nos vamos alejando de una realidad que pide a gritos ser cambiada en su esencia: de tormentosa a llevadera, a la felicidad.

En mi libro "El Valor de Ser Yo" revivo mis primeras palabras -por cierto dictadas por un sabio amigo leguleyo de la Universidad- expresadas en una ceremonia estudiantil que conduje a los 19 años de edad como dirigente de importante sociedad de alumnos de la entidad (en este caso, la chihuahuense).

Empecé mi discurso diciendo a manera de autoreflexión:
"Qué importante es la vida cuando se vive bien... Pero prefiero una corta vida ¡bien vivida! que una luenga vida mal empleada"

Ésta es pues la propuesta que hago en este espacio. Aclarando que vivir bien es estar primero bien con uno mismo; luego con los demás.
Es asimismo tener las agallas para extraer de nuestro escondido baúl de joyas preciosas de valores, aquellas que nos hacen caminar por nuestra existencia con garbo y éxito.

Son en pocas palabras, las que puntualizo en la obra que considero la fórmula para vivir con plenitud. Me refiero al amor, que envuelve el perdón, la comprensión y la tolerancia.
Añado la aceptación sincera de sí mismo; el respeto; la confianza; el darse lo mejor y dar; pensar positivamente (actitud mental) conllevando la sonrisa; y el auto estímulo: todos los días hacernos sentir cuánto valemos como entes.

Y si no es lo más efectivo para vencer al alud de malas noticias que diariamente muchos noticieros nos dan, a la par que el estrés que provoca la desviada en términos generales moral humana, al menos es una aportación bien intencionada para que esta humanidad que parece olvidar su potencial heredado de la Máxima Creación, se corone viviendo como le corresponde: armónica en paz, saludable y triunfal.
Luis Ramírez Reyes