DE MIS ARCHIVOS
Un cazador español fue abducido, o sea llevado por la fuerza y a manera de secuestro, a una nave del espacio exterior.
Tal acto fue narrado por el desaparecido Antonio Ribera, decano de la ovnnilogía hispana y afamado investigador y escritor de fama mundial, con quien tuve el honor de participar con Cristina Saralegui en su programa de Univisión.
Y aunque el hecho suena grave, lo fue más el que también el can que lo acompañaba en su acostumbrado recorrido entre campo y lagunas, en busca de buenas presas, resultó atrapado por los tripulantes de enorme plato volador.
Lo anterior tuvo lugar una mañana fría del 6 de febrero del año 1978. El caso está considerado como uno de los más asombrosos en la historia de los OVNIs hasta la fecha.
La historia es la siguiente: Un individuo amante de la caza, de no más de cincuenta años y de nombre Julio, cierta madrugada salió de su hogar en la provincia española de Soria muy seguro de que ese día tendría más éxito que otros en la cacería de patos y liebres.
Como era usual, lo seguía gozoso el fiel perro que respondía al llamado de “Mus”.
Así, con arma al hombro partieron de la pequeña casa en dirección al monte que se levantaba frente al poblado de escasos habitantes.
No habían caminado mucho, cuando saltaron para atrás sorprendidos al toparse con una gigantesca nave que apareció de la nada y se detenía en el aire a corta distancia del pastizal. Paralizados por la impresión, hombre y can recibieron del extraño vehículo un haz de luz color azul que los envolvió en un instante para izarlos lentamente hacia el interior de la máquina.
Seres de dos metros
En ésta permanecieron casi cuatro horas, retornando a su morada luego de ser colocados en tierra y tras veloz carrera.
Julio estuvo poco tiempo sin saber lo que había ocurrido. Padeció por tanto, una amnesia parcial que al desaparecer y recordar el incidente con detalles, acudió al médico, galeno que lo remitió al conocer la experiencia, con especialistas, psicoterapeutas que vivamente intrigados por cuanto revelaba el avezado cazador, lo sometieron a repetidas sesiones de hipnosis regresiva para llegar a la conclusión de que amo y perro habían efectivamente sido llevados a un construcción extraterrestre.
En ella, sobre una especie de plancha de quirófano, dos seres muy altos, de más de dos metros y enorme cabeza, les practicaron varios exámenes para después regresar a ambos al sitio donde los abdujeron.
Entre las auscultaciones figuraron extracción de muestras de sangre y estudios de corazón y aparato digestivo; acciones muy comunes de ciertos visitantes de las estrellas con algunos humanos, sólo que al parecer ésta fue la primera ocasión en que tomaron en cuenta a un animal doméstico.
¿También un asno?
En lo personal más adelante fui enterado de un burro que fue llevado en una noche de 1997 a un plato volador.
En una residencia de la ciudad de Cuernavaca, Morelos (México), una mujer que asegura haberse topado varias veces con extraños seres bajitos cuando se levantaba a las tres de la mañana a tomar un café, producto de su usual insomnio, vio en el exterior de su morada una luz muy fuerte circular proveniente de un objeto estacionado en el cielo que iluminó toda la hacienda.
Más tarde no se encontró a un asno amarrado a un árbol, cerca de las caballerizas. No había ni siquiera rastro de violencia. Simplemente el cuadrúpedo, muy querido de la familia, había desaparecido por completo... ¿a bordo de un OVNI? No hay forma de comprobar tal hecho.
Luis Ramírez Reyes
Apasionantes siempre los casos investigados por el legendario Antonio Ribera, al igual que los tuyos, Luis.
ResponderEliminarUn abrazo.