sábado, 26 de junio de 2010

¡ANÍMATE!


¡Qué tal!


Me gusta reproducir este aliento que nos da el Dr. John F. Demartini, pensador y escritor de fama mundial; fundador –entre tantos brillantes hechos- de la escuela “Confluencia y Sabiduría”, así como de la revolucionaria metodología de transformación personal “El Proceso del Colapso Cuántico”, que ha cambiado la vida de miles de personas en todo el mundo.

Pues bien, en su obra "La Experiencia Descubrimiento" (Ediciones Urano 2003) que conservo dedicada como un inapreciable tesoro, Demartini recomienda, para animarse y salir adelante, tomar en cuenta que "Todo lo que nos decimos a nosotros mismos posee un impacto sobre nuestra vida.
“Las afirmaciones definitivamente funcionan, pero no si tú las abandonas antes de que empiecen a materializarse.
“Crea por tanto tu propias afirmaciones y no pares de decírtelas durante dos años antes de decidir si realmente han funcionado o no".

Luego da una lista para crear tus positivas afirmaciones:

* Usa el presente de indicativo, no el futuro o el pasado.
* Describe realidades que sean posibles, no fantasías con
plazos imposibles.
* No utilices en absoluto palabras como "siempre" o "nunca".
* Utiliza palabras sencillas y poderosas en frases cortas.
* Utiliza palabras que significan gratitud, amor, inspiración o certeza.
* Utiliza palabras que te gustaría escuchar toda la vida.

Por último John insta a usar frases de revaloración como las siguientes:
Soy un genio y aplico mi sabiduría.
Soy un maestro de la lectura y todo lo que leo lo retengo.
Soy un maestro de la persistencia y hago lo que sea necesario.
Hago lo que amo y amo lo que hago.

Necesaria comunión del bien y el mal

Y no quiero pasar por alto la muy certera afirmación de favorable enlace positivo con el negativo..

Así lo da entender cuando declara sobre la luz y la oscuridad en la conducta humana, que “Para crear la luz es necesaria la unión perfecta de las partículas positivas y negativas”.
Y exactamente de la misma manera, uno necesita ambos lados de cada acontecimiento para alcanzar nuestra verdadera naturaleza, que también es luz.

“La luz en el centro es amor incondicional; las ondas o partículas emocionales son amor incondicional. Atraen a su lado opuesto, que usted necesita para regresar al centro, pero todo es amor”.


En otro espacio escribe “Cuando amamos, entramos en el estado cuántico total, nos alineamos con las fuerzas vivas y el poder de todo el universo se pone de repente de nuestro lado”.

Dejo al lector el análisis de lo expuesto y su seguramente enriquecedora opinión.
Luis Ramírez Reyes

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