domingo, 5 de diciembre de 2010

CRONOLOGÍA OVNI DE LA ANTIGÜEDAD

Recientemente la NASA notificó en gran conferencia de prensa mundial, el descubrimiento de una bacteria que vive con el arsénico, como elemento esencial, en lugar del fósforo.

Se trata de un  microorganismo hallado en el lago Mono de California.

El hallazgo da nuevas pistas sobre cómo buscar vida extraterrestre.
A grado tal que la información dio la vuelta al planeta atrayendo en especial sin duda a los partidiarios de la vida en otros planetas.

Y es que entre tantos datos vertidos, los expertos en astrobiología del organismo espacial señalaron que esto abre una nueva vía posible de búsqueda de vida extraterrestre, en forma de organismos que puedan vivir en las condiciones hasta ahora consideradas extremadamente venenosas del arsénico. (www.elpais.com 6 diciembre 2010)  
                                                                                   
Pues bien, lo anterior me hace recordar lo que publiqué hace varios años en un número especial (Extraterrestres en la evolución del hombre) que realicé para la revista Contacto OVNI de Mina Editores (abril 1997).

Basándome en la postura de tres científicos con respecto a la situación del Hombre en el planeta desde antaño, escribí una crónica de la aparición de objetos voladores no identificados desde tiempos remotos. Es la siguiente.

Francis Crick, célebre bioquímico inglés que en el año 1962 recibió un Premio Nobel  por haber descubierto la estructura del ADN, asume que nuestra raza humana bien pudo haber sido creada por una supercivilización del espacio que en época muy antigua prácticamente infectó al planeta Tierra con un microorganismo destinado a desarrollarse con el tiempo hasta llegar a ser lo que hoy somos los pensantes.
  
Otro genio relacionado con el tema es el doctor Vsevolod Troitsky, miembro de la Academia de Ciencias de la ex URSS. Para éste, la Tierra es un campo de experimentación de nuevas formas de vida, controlado por seres superiores y desconocidos para nosotros.

Y un personaje más da qué pensar de nuestro origen. Se trata de Joseph A. Ball, de los Estados Unidos, el cual llegó a sostener que somos una especie animal que habita en una biosfera llamada la Tierra. Y los responsables de que estemos en este lugar son unos moradores de estrellas lejanas que a la fecha observan nuestro comportamiento. Tal posición la revela en su obra "La Hipótesis del Zoológico", donde sostiene que criaturas del espacio exterior responsables de nuestro origen, nos trajeron y metieron en una zona de investigaciones para estudiar la forma de desarrollarnos; tal y como nosotros lo hacemos con los animales.

Dicho lo anterior, procedemos a la cronología de la presencia en el Planeta Azul de extranjeros del Comos que, aunque creemos ignorar su origen e identidad, bien pudieran ser en ocasiones nuestros ancestros que partieron siglos atrás de nuestro mismo mundo y ahora regresan a estudiar y contactarnos.
  
El afamado investigador de OVNIs a nivel mundial, Andreas Faber-Kaiser, en su volumen II de la "Introducción a la Ciencia Espacial" publicado por la Academia de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, habla entre otras cosas de que "las visiones OVNI parecen extenderse a lo largo de 47 mil años."

¿Supuestos dioses?

Para corroborar un tanto su explicación, relata en uno de sus trabajos que quizá el testimonio más antiguo que relaciona a los supuestos dioses con los objetos voladores no identificados sea el que trasmiten los aborígenes de los montes Kimberley, en el noreste de Australia.
Agrega que éstos cuentan que en la antigüedad sus dioses trazaron sobre las rocas unos dibujos antropomorfos de gran tamaño con rostros carentes de boca y rodeadas sus cabezas de uno o dos semicírculos en forma de herradura, con finas líneas que irradia el círculo exterior. 

A estos seres se les llamaba wandjinas y se les veía como dioses, los cuales, tras instruir a los nativos en varias artes y labores benéficas, se transformaron en serpientes míticas refugiándose en charcos cercanos.

Las crónicas añaden, finalmente, que periódicamente se ven estas criaturas por las noches en forma de luces que se mueven a bastante altura.

Extraterrestres de Sirio
  
Más adelante nos encontramos con una etnia africana de Mali que posee entre sus tradiciones de tiempo inmemorial, la más sorprendente crónica astronáutica, a decir de algunos investigadores.
  
Dicha tradición es la de los dogon. Esta habla de seres extraterrestres llegados de la estrella de Sirio, perteneciente a la constelación del Can Mayor y cuenta que dichas entidades procedían de un medio acuoso, del que tal vez venía el hombre-pez Oannes que dio brillo a Babilonia, ya que poseían una elevada cultura que pronto extendieron por la Tierra.
  
Sus conocimientos por ende, celosamente guardados, recuerdan la fundación y vida de los pobladores de la Atlántida, a la par que resultan similares a importantes culturas antiguas entre las que contamos a la del antiguo Egipto.
  
Joaquín Grau, en un artículo que presentó en la revista Más Allá (número 27), comenta que esta proximidad coincide en ciertos momentos históricos con el Sudán. Y ello hace pensar que los dogon mantuvieron vivo el conocimiento de unos dioses extraterrestres que dieron su antigua grandeza al país del río Nilo.
  
El estudioso y escritor resalta asimismo frases del profesor W.B. Emery que figuran en su obra "Egipto arcaico", tales como que aproximadamente 3,400 años antes de Jesucristo tuvo lugar un gran cambio en Egipto. Esta región y país pasó rápidamente de un estado de cultura neolítica, a dos monarquías muy bien organizadas: una que comprendía el área del Delta y otra el valle del Nilo propiamente dicho...  Y se agregan a estas palabras las de investigadores soviéticos que, como afirma Peter Kolosimo, descubrieron inscripciones en sepulturas que, de acuerdo con el calendario basado en Sirio, llevan los orígenes de la alta cultura del Nilo a 40 mil años a.C

Seres con 6 mil años en Japón
 
El pueblo nipón también tiene una larga historia y participa en esta cronología OVNI en lo que también a tripulantes se refiere.
 
En la mitología nipona se habla de unos seres llamados kappas, los cuales eran especie de duendes provistos de un tipo de trompa, con dos alas replegadas en la espalda. Leyendas de éstos resultan tan antiguas como el propio Japón, según cita Tomás Doreste en su obra "¿Y si los OVNIs fuesen un mito?". Añade que podrían relacionarse con el hallazgo de figuras que recuerdan a los seres maravillosos.
  
Igualmente se revela que por el año 3000 a.C floreció la llamada cultura Jomun, representada por una figuras humanas provistas de extraña indumentaria y un casco. Estas fueron halladas en tumbas antiquísimas. Por ejemplo, cerca de Tohohu aparecieron varias figuras provistas de anteojos con ranuras horizontales, semejantes a los utilizados en la actualidad por los esquiadores.


En otras tumbas se aprecia que portaban cascos completos, como sucedió en la localidad de Komukai. Y en las ruinas de Amadaki, en la provincia de Iwato, se descubrió algo más antiguo quizá y más asombroso: una figura Dogo Jomun, como le llamaron los japoneses, que tenía una edad de 6 mil años. De su nariz surgía un tubo semejante a los snorkels de los actuales buzos.

Varios historiadores coinciden en que este tipo de implementos solamente aparece en las estatuillas más antiguas, lo que hace sospechar la presencia de seres ya sea del espacio exterior o del interior del mar, entre la población nipona de los albores de la historia.

La Luna está habitada

Y saltándonos en el tiempo, advertimos que el Hombre nunca ha dejado de considerar la existencia de inteligencias aparte de la de él, en otros mundos.

Lo sostengo porque Jenofonte, filósofo griego de  500 años antes de Cristo, llegó a afirmar que  la Luna está habitada. Por su parte, Lucrecio escribió en el siglo I a.C el siguiente párrafo en De natura rerum: "debemos creer que hay otras regiones en el espacio, otras tierras, otros hombres". Y ya más cercanos a nosotros, en el siglo XV d.C. un cardenal eminente, Nicolás de Cusa, se atrevió a defender la hipótesis de la "habitabilidad de otros astros, aunque tal vez sus pobladores sean diferentes de nosotros".

Más tarde, en el siglo XVII Fontenelle escribió en sus Ensayos sobre la pluralidad de los mundos: "No deja de parecerme que sería muy extraño que la Tierra estuviera tan habitada y que otros planetas no lo estuvieran en absoluto"...

De lo expuesto infiero que la vida inteligente no ha sido, es y será jamás privativa de la Tierra.
Muchas de sus razas, de acuerdo a su evolución sostienen contacto con los seres humanos desde tiempos inmemoriales y de variadas formas, como con múltiples propósitos.

Es por ello que en lo personal no me llama mucho la atención el que hasta en nuestro propio habitat existan las más increíbles formas de vida. Como ha venido a delatar -¿por qué hasta ahora?- la Ciencia a través de la referida NASA.

Pie de foto superior:
El agua del lago Mono, en California, junto a las montañas de Sierra Nevada, tiene altas concentraciones de arsénico.- HENRY BORTMAN

Luis Ramírez Reyes



1 comentario:

  1. Estupendo material mi querido Luis. Me resulta perticularmente apropiado en este momento en que uno de mis relatos "Operación Capicúa" (http://kapizan.gathacol.net/operacion-capicua/), está próximo a convertirse en guión cinematográfico. Fraterno Abrazo

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